El 1 de abril no fue un día cualquiera para nosotros. Fue la primera vez que recorrimos de principio a fin el trazado que nos conecta de Zarautz a Mutriku, pasando por algunos de los paisajes más impresionantes de nuestra costa.

33 km. 1.400 metros de desnivel positivo.
Y una certeza: no estamos simplemente preparando una carrera. Estamos viviendo una experiencia que nos enseña a mirar, a respetar y a disfrutar de cada paso.

Desde las calles de Zarautz hasta los acantilados del Flysch, nos adentramos en un entorno que no solo es bello: es frágil, es vida, es historia escrita en piedra y mar. Cruzamos montañas, surcamos senderos costeros, compartimos caminos que nos recuerdan que correr es también convivir con el medio que nos acoge.

Aran Trail no es solo un reto deportivo. Es un compromiso. Correr por un parque natural protegido implica pisar con conciencia, moverse sabiendo que cada gesto importa. Y este reconocimiento fue un recordatorio de que la mejor victoria será siempre volver dejando el paisaje tal y como lo encontramos... o incluso mejor.

Gracias a todos los que os unisteis a este primer reconocimiento. Gracias por demostrar que se puede entrenar fuerte, disfrutar muchísimo y, al mismo tiempo, respetar profundamente el terreno que pisamos.

Esto no ha hecho más que empezar. Nos vemos el 1 de junio, preparados no solo para correr, sino para honrar cada kilómetro de este recorrido único.